- Ayudar a colocarle en el suelo, evitando que se lastime.
- Colocar una almohada o manta doblada bajo la cabeza, para que no se golpee contra el suelo.
- Quitarle las gafas y aflojar el cinturón, la corbata y las prendas de ropa apretadas.
- Retirar objetos punzantes o cortantes con los que se pueda herir, y fuentes de calor con las que se pueda quemar.
- No introducir objetos en su boca ni intentar administrar medicamentos orales.
- No sujetarle con fuerza para evitar sus movimientos.
- Después de la crisis dejarle descansar tumbado sobre un costado. De esta forma si tiene vómitos, saliva o flemas no pasarán a sus pulmones.